INAH reabre museos tras fallos de seguridad privada: regresan con Policía Auxiliar

Los museos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) ubicados en la capital mexicana reabrieron este jueves, tras dos días cerrados, al retomar la vigilancia con elementos de la Policía Auxiliar. La medida se tomó luego de que las compañías privadas contratadas para sustituir a esta fuerza no cumplieran con el número mínimo de guardias establecidos en el contrato.

Diego Prieto, titular del INAH, explicó que las firmas SSS Asistencia y Supervisión S.A. de C.V. y Sistemas Prácticos en Seguridad Privada S.A. de C.V. no lograron cubrir lo estipulado en la licitación, ya que desde el primer día de operación —lunes 3 de junio— no enviaron a todo el personal requerido. Aunque ese día los museos estaban cerrados por calendario, la falta de elementos persistió el martes y miércoles, lo que obligó a suspender el servicio al público por motivos de seguridad.

Los recintos afectados incluyen el Museo Nacional de Antropología, el Castillo de Chapultepec, la Galería del Caracol, el Templo Mayor, el de las Culturas del Mundo, el de El Carmen y el Nacional de las Intervenciones, además de la Escuela Nacional de Antropología e Historia.

Según Prieto, las autoridades del INAH ya consideran sanciones contra las empresas involucradas. También mencionó que estos proveedores han tenido deficiencias previas con otras instituciones como el Instituto Nacional de Bellas Artes.

Buscan solución permanente

Ante esta situación, el instituto analiza la posibilidad de incorporar al Servicio de Protección Federal, dependiente de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, como una alternativa para la vigilancia a nivel nacional. La propuesta fue planteada por la presidenta Claudia Sheinbaum, aunque los costos podrían ser más altos y requerirían ajustes presupuestales.

La Policía Auxiliar solo brinda servicio en el área metropolitana, mientras que en otros estados, la seguridad de museos y zonas arqueológicas depende de corporaciones estatales o locales. Por ello, el INAH prepara una propuesta para que, con respaldo federal, se pueda contar con una fuerza profesional en todo el país.

Impacto de la austeridad

El cierre temporal dejó al descubierto los efectos de la política de austeridad en la operación de los recintos culturales. José Manuel Figueroa Matus, secretario general del Sindicato Nacional de Arquitectos Conservadores del Patrimonio Cultural, reveló que el cambio de proveedor se originó por una diferencia económica de 16 millones de pesos entre la oferta de la Policía Auxiliar y la cotización más alta de las empresas privadas. Bajo los lineamientos financieros actuales, se optó por la opción más barata.

Problemas operativos desde el inicio

El lunes 3 de junio, día de la transición, las empresas presentaron documentos con fichas laborales de más de 6 mil empleados, pero no lograron desplegar al personal comprometido. En el Museo Nacional de Antropología, por ejemplo, solo se presentaron 30 elementos de seguridad, cuando se requerían entre 50 y 60. Ante la falta de condiciones mínimas para garantizar la integridad del público y del patrimonio, los trabajadores decidieron no abrir las instalaciones.

La presión por reanudar actividades sin personal suficiente también generó tensión interna. De acuerdo con el sindicato, Pedro Velázquez Castro —director de Seguridad del INAH y exfuncionario del Instituto Nacional de Migración— insistió en que los recintos reabrieran antes del jueves, lo que fue rechazado por personal operativo y directores de museos, calificando la instrucción como riesgosa.