Canadá, Reino Unido y Francia exigen alto al fuego tras nueva ofensiva de Israel en Gaza

Las potencias occidentales elevan su condena ante el agravamiento de la crisis humanitaria, advirtiendo consecuencias diplomáticas si continúan los ataques.

Francia, Reino Unido y Canadá lanzaron su señal más fuerte hasta ahora contra el gobierno israelí, luego del relanzamiento de una ofensiva militar en Gaza que ha intensificado la crisis humanitaria. La ONU advirtió que 14.000 bebés podrían morir en las próximas 48 horas si no ingresa ayuda urgente a la zona.

La operación militar israelí, denominada "Carros de Gedeón", ha incluido bombardeos aéreos y avance terrestre por el norte y sur del enclave palestino, con el objetivo declarado de eliminar a Hamás y controlar permanentemente territorio en Gaza. El primer ministro Benjamín Netanyahu afirmó que no permitirá el regreso de los habitantes a sus hogares, y señaló que la salida de los palestinos de la Franja es una consecuencia directa del conflicto.

En respuesta, los gobiernos de Ottawa, Londres y París señalaron que la respuesta militar de Israel es desproporcionada y advirtieron que podrían aplicar medidas diplomáticas si no se detiene la escalada. Aunque no detallaron qué acciones tomarán, sí coincidieron en que el nivel de destrucción y sufrimiento humano ha superado todo límite aceptable.

Hasta ahora, más de 50.000 personas han muerto en Gaza desde el inicio del conflicto, la mayoría mujeres y menores de edad. La ayuda humanitaria sigue siendo casi inexistente: solo cinco camiones lograron entrar recientemente, sin autorización para ser distribuidos. Según la ONU, más de dos millones de personas enfrentan riesgo de hambruna inmediata.

Israel afirma que parte de la ayuda podría ser tomada por Hamás, por lo que mantiene restricciones estrictas. Netanyahu ha dicho que solo permitirá el paso limitado de alimentos y medicinas cuando se establezca una “zona controlada” por sus fuerzas militares.

Dentro del propio Israel, aumentan las críticas. Miembros de la oposición y organizaciones civiles denuncian el costo humano de la guerra y cuestionan el rumbo del gobierno. “No se puede justificar la muerte masiva de civiles”, dijo el exdiputado Yair Golan.

La presión internacional sigue en aumento, pero hasta ahora, no se ha logrado frenar la ofensiva.