En marzo de 2024, Worldcoin, el proyecto fundado por Sam Altman, creador de la plataforma de Inteligencia Artificial Generativa ChatGPT, llegó a México con una propuesta innovadora y controvertida: una criptomoneda vinculada a la verificación de identidad mediante datos biométricos. Este movimiento forma parte de una estrategia de expansión en América Latina, donde Worldcoin ya ha establecido puntos de verificación en países como Colombia, Chile, Argentina, Perú y Ecuador.
¿Qué es Worldcoin?
Worldcoin tiene como objetivo crear un sistema de identidad digital global y una red financiera, utilizando datos biométricos para confirmar que sus usuarios son humanos. En un contexto donde la Inteligencia Artificial Generativa está en auge, Worldcoin busca distinguir entre seres humanos y máquinas. El proceso implica escanear el iris del usuario con un dispositivo llamado Orbe, que genera un código único. Según la empresa, este código no se almacena ni se asocia con información personal identificable.
Martín Mazza, gerente de Worldcoin en América Latina, destaca que la visión a largo plazo es desarrollar un dispositivo interoperable que genere confianza en los usuarios. La idea es que, en el futuro, cualquier persona en el mundo pueda acceder al sistema sin necesidad de desplazarse largas distancias, promoviendo así una mayor inclusión digital y financiera. Al verificar su identidad con un Orbe, el usuario recibe una compensación inicial de 6.18 tokens de Worldcoin, con ingresos mensuales que comienzan en aproximadamente 4 tokens y disminuyen con el tiempo.
En México, Worldcoin ha comenzado su despliegue en Monterrey, Guadalajara y Ciudad de México, donde los usuarios pueden registrarse en uno de los 25 centros habilitados.
Críticas y preocupaciones sobre Worldcoin
A pesar de las promesas de Worldcoin, la iniciativa ha generado una serie de críticas, especialmente en relación con la privacidad y la seguridad de los datos biométricos que se recopilan. Grecia Macías, miembro de la Red en Defensa de los Derechos Digitales (R3D), expresa escepticismo respecto a las garantías ofrecidas por la empresa. Aunque Worldcoin afirma que no almacena datos personales, Macías señala que el proceso de captura de datos biométricos conlleva riesgos inherentes. Generar un código único a partir del iris de una persona implica una forma de identificación biométrica que podría ser mal utilizada.
Macías critica la falta de claridad sobre dónde y cómo se almacenan estos datos, así como las regulaciones que rigen su tratamiento. En muchos países de Latinoamérica, incluida México, las leyes de protección de datos personales son insuficientes, lo que permite una mayor laxitud en el manejo de la información por parte de las empresas.
La necesidad de una identificación digital
El caso de Worldcoin plantea la pregunta de si realmente es necesario un sistema de identificación digital basado en datos biométricos. Macías sugiere que en muchos contextos, esta necesidad es cuestionable. En México, el sistema de identificación actual, como el INE, aunque mejorable, cumple su función sin recurrir a tecnologías que impliquen la recolección masiva de datos biométricos. El argumento de Worldcoin de que este sistema ayudará a distinguir entre humanos y bots en el contexto de la inteligencia artificial también es recibido con escepticismo. Macías considera que existen métodos menos invasivos para lograr este objetivo sin comprometer la privacidad de las personas y que la idea de combatir bots con un sistema de este tipo puede ser más una estrategia de marketing que una necesidad real.
Riesgos y consecuencias a largo plazo
La preocupación por el uso de datos biométricos no es nueva, pero la llegada de empresas como Worldcoin, que promueven la recolección de estos datos a gran escala, ha reavivado el debate. Macías enfatiza que la falta de una regulación estricta y la posibilidad de que estos datos se utilicen para crear perfiles detallados de los usuarios son motivos de alarma. La mejor forma de proteger los datos biométricos es no proporcionarlos en primer lugar. Además, Macías advierte sobre los posibles impactos en los derechos humanos, señalando que esta tecnología podría llevar a la vigilancia y el control, excluyendo a personas vulnerables y exacerbando las desigualdades.
En resumen, la llegada de Worldcoin a México ha suscitado un debate significativo sobre la privacidad y la necesidad de un sistema de identificación digital basado en datos biométricos. Mientras la empresa busca expandir su red y ofrecer una mayor inclusión digital y financiera, surgen preocupaciones sobre la seguridad y el manejo de los datos, así como la posible vulneración de derechos humanos.
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