Veracruz: Segundo lugar nacional en violencia política de género

Veracruz ocupa un lugar preocupante en el panorama nacional al posicionarse como el segundo estado con más personas sancionadas por violencia política en razón de género, según el Registro Nacional de Personas Sancionadas. Con cifras actualizadas al 2 de enero de 2025, la entidad acumula 48 casos registrados desde septiembre de 2020, una realidad que evidencia los desafíos que enfrentan las mujeres en la política local.

Este registro, que detalla 480 sanciones a nivel nacional, pone a Veracruz solo por debajo de Oaxaca, que lidera la lista con 134 personas señaladas. Otros estados con cifras relevantes incluyen Tabasco (38), Campeche (36), y Chiapas (26). En contraste, entidades como Puebla, Estado de México y Quintana Roo registran cifras menores, aunque no menos significativas.

En el caso de Veracruz, el ámbito municipal es el más conflictivo, concentrando 47 de las 48 sanciones. Los principales agresores son presidentes municipales (15), seguidos por directivos de medios de comunicación (5) y regidores o regidoras (4). También aparecen periodistas, locutores y figuras del ámbito político como síndicos y tesoreros municipales.

Entre los tipos de violencia documentados destacan la simbólica, psicológica, verbal, económica y sexual, que buscan limitar o anular los derechos políticos y electorales de las mujeres. La violencia simbólica y psicológica parecen ser las más recurrentes, reflejando patrones culturales profundamente arraigados en las dinámicas de poder.

En cuanto a las sanciones, 41 han sido emitidas por el Tribunal Electoral de Veracruz, seis por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y una por el Organismo Público Local Electoral.

Esta problemática subraya la necesidad de combatir la violencia política de género desde todos los frentes, no solo para garantizar los derechos de las mujeres en la política, sino también para transformar una cultura que aún permite y normaliza estas prácticas. Veracruz tiene un largo camino por recorrer, pero las cifras no deben ser solo números: son un llamado urgente a la acción.