top of page

Ucrania lanza la mayor ofensiva con drones sobre Moscú en plena crisis bélica



La tensión entre Rusia y Ucrania alcanzó un nuevo nivel este martes con el mayor ataque con drones jamás registrado sobre Moscú. En plena madrugada, cientos de aeronaves no tripuladas surcaron los cielos rusos, desencadenando un caos que terminó con la muerte de dos trabajadores en un almacén cárnico, al menos 18 heridos y la suspensión temporal de vuelos en los principales aeropuertos de la capital.


El Ministerio de Defensa ruso reportó que 337 drones ucranianos fueron derribados en diferentes puntos del país, de los cuales 91 sobrevolaban la región de Moscú y 126 se dirigían hacia Kursk, una zona clave en el conflicto donde las tropas ucranianas han estado retrocediendo ante el avance ruso. La ofensiva, que se extendió hasta el amanecer, ocurre en un momento crucial: justo cuando representantes de Ucrania y Estados Unidos se preparan para discutir posibles negociaciones de paz en Arabia Saudí. Sin embargo, la situación en el campo de batalla cuenta otra historia, pues Rusia ha intensificado su ofensiva en Kursk, intentando rodear a miles de soldados ucranianos.


Moscú, con sus 21 millones de habitantes y su importancia estratégica, vivió horas de incertidumbre. El ataque obligó a cerrar cuatro aeropuertos de la capital, provocando desvíos de vuelos y dejando a pasajeros varados. El alcalde de la ciudad, Serguéi Sobianin, confirmó la magnitud del ataque y advirtió que este tipo de ofensivas representan un desafío sin precedentes para la seguridad rusa.



Mientras Rusia lidia con las secuelas, algunas voces dentro del Kremlin ya claman por represalias. El coronel general Andréi Kartapolov, presidente del comité de defensa del Parlamento, sugirió responder con misiles hipersónicos Oreshnik, el mismo armamento que Moscú utilizó contra Ucrania en noviembre. La decisión final, sin embargo, recae en Vladimir Putin, quien hasta ahora no ha emitido declaraciones sobre el ataque.


Desde el inicio de la guerra, Ucrania ha enfrentado bombardeos masivos sobre su territorio, y en los últimos meses ha intensificado su estrategia de ataque a la infraestructura rusa. Su táctica ha incluido incursiones con drones contra refinerías, aeródromos y sistemas de radar, con el objetivo de debilitar la capacidad militar de su adversario. Este último ataque marca un punto de inflexión en el conflicto y deja abierta la pregunta de hasta dónde están dispuestas a escalar las hostilidades ambas naciones.


A pesar de la aparente búsqueda de negociaciones de paz en Arabia Saudí, los hechos en el campo de batalla muestran una realidad distinta: una guerra que, después de tres años, sigue evolucionando y cuyo desenlace parece estar lejos de concretarse.


Comments


bottom of page