top of page

Trump corta lazos con la ONU y congela ayuda a Haití



Donald Trump lo ha vuelto a hacer. En un movimiento que sacudió la política internacional, el presidente de Estados Unidos firmó este martes una orden ejecutiva que deja fuera al país del Consejo de Derechos Humanos de la ONU y mantiene la suspensión de fondos para la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA).


Con su característico tono desafiante, Trump aseguró que la Organización de las Naciones Unidas “no está bien gestionada” y que organismos como la UNRWA y el Consejo de Derechos Humanos deben “poner orden en sus asuntos” si quieren contar con el respaldo de Washington. El argumento central: la supuesta parcialidad de la ONU en contra de Israel y la permisividad con países como Irán, China y Cuba, naciones con historiales cuestionables en derechos humanos.


Esta no es la primera vez que el republicano toma una postura hostil hacia la ONU. Durante su primer mandato (2017-2021), retiró a EE.UU. de este mismo Consejo, del que el país nunca ha sido miembro formal sino solo observador. Cuando Joe Biden asumió la presidencia en 2021, revocó esa decisión y reintegró a EE.UU., pero con el regreso de Trump a la Casa Blanca, el péndulo vuelve a moverse en dirección contraria.


Pero eso no es todo. En un golpe doble, la administración de Trump también anunció la suspensión inmediata de su contribución a la misión multinacional de seguridad para Haití, un proyecto liderado por Kenia que busca restablecer el orden en la isla caribeña, asfixiada por la violencia de las pandillas.



La noticia cayó como un balde de agua fría en la ONU. Stéphane Dujarric, portavoz del organismo, confirmó que EE.UU. había prometido 15 millones de dólares para financiar la misión en Haití, pero con solo 1.7 millones desembolsados, el resto de los fondos (13.3 millones) ha sido “congelado” por órdenes del gobierno estadounidense. La decisión pone en jaque un proyecto que, de por sí, ya enfrentaba serias dificultades para concretarse.


Con estos movimientos, Trump manda un mensaje claro: su gobierno está dispuesto a desmarcarse de organismos multilaterales que, a su juicio, no operan bajo sus estándares. Pero la pregunta inevitable es: ¿esta postura responde a un plan estratégico o es solo parte del espectáculo político que el expresidente domina a la perfección?


Lo cierto es que su estilo de gobernar vuelve a generar controversia en la arena internacional. Mientras algunos lo aplauden por “defender los intereses de EE.UU.”, otros ven en esta serie de decisiones una jugada arriesgada que podría debilitar la posición global del país.


¿Estamos ante una política exterior firme o ante una estrategia de presión que, tarde o temprano, podría volverse en su contra? El tiempo, como siempre, tendrá la última palabra.



Commentaires


bottom of page