Suecia ha concedido permisos para la caza de aproximadamente 500 osos pardos en la temporada de este año, que comienza este miércoles. Esta cifra representa el 20% de la población actual de osos en el país, lo que ha generado alarma entre los defensores de la vida silvestre.
Los datos oficiales indican que, tras esta reducción, quedarán cerca de 2,000 osos en Suecia, una disminución del 40% en comparación con los 3,300 que se contaban en 2008, cuando la especie estaba en proceso de recuperación. La decisión de emitir un número tan alto de licencias ha sido criticada por organizaciones que promueven la protección de los animales. Magnus Orrebrant, presidente de la Asociación Sueca de Carnívoros, ha denunciado que “la gestión de la vida silvestre en Suecia está enfocada en la caza en lugar de en la conservación”.
Esta postura subraya el conflicto entre las políticas de caza y los esfuerzos de conservación que evitaron la extinción de los osos pardos en la década de 1920, cuando su población estaba en grave peligro debido a la caza desmedida. En los últimos años, la caza ha alcanzado cifras sin precedentes, con 722 osos cazados el año pasado.
Este año, además de los 486 osos permitidos, se podría permitir la caza de más ejemplares si se consideran una amenaza para el ganado, exacerbando aún más la situación. Los conservacionistas temen que esta práctica pueda tener un impacto devastador sobre una especie que está “estríctamente protegida” en Europa.
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