Las intensas lluvias de las últimas semanas en Veracruz han causado graves daños en las carreteras, una situación que evidencia la necesidad urgente de modificar los procesos de construcción en el estado. Según especialistas en construcción, las actuales condiciones climáticas, cada vez más extremas e impredecibles debido al cambio climático, han generado estragos en más de 23 vías de comunicación, afectando especialmente las zonas centro y sur de Veracruz.
Rafael Fentanes Fernández, presidente de la Federación de la Asociación Mexicana de la Industria de la Construcción (AMIC), explicó que el asfalto tradicional no es suficiente para resistir el impacto de estas lluvias intensas, que provocan deslaves, socavones y acumulación de agua que desgasta rápidamente el pavimento. Propone como alternativa pasar del uso de asfalto a concreto en las carreteras y caminos del estado, lo cual, aunque representa un costo inicial más elevado, prolongaría la vida útil de las infraestructuras viales y reduciría la necesidad de mantenimiento frecuente.
Además, constructores como Richard Rivera Garrido señalan la importancia de incorporar mejores sistemas de drenaje y cunetas que capten y canalicen el agua de lluvia para evitar que se acumule sobre el asfalto, ya que esta acumulación reduce considerablemente su durabilidad. Las carreteras construidas con concreto ofrecen una resistencia superior a las lluvias, lo que, según Rivera Garrido, permitiría que las vías soporten los efectos de lluvias extremas sin requerir arreglos constantes.
La Tormenta Tropical Nadine fue particularmente devastadora en la región, y los deslaves y anegamientos interrumpieron el tránsito en tramos clave como la autopista La Tinaja - Isla y la zona de Cumbres de Maltrata. Caminos y Puentes Federales (Capufe) reportó hasta 18 kilómetros de filas de vehículos en algunas de estas carreteras debido a los daños y cierres parciales, lo que generó un caos en las comunicaciones y desplazamientos de la región.
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