El Senado de México aprobó con 86 votos a favor y 42 en contra una reforma que transfiere el control de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena). Esta decisión fue apoyada por Morena y sus aliados, mientras que el PAN, PRI y MC se opusieron, argumentando que esto militariza aún más al país.
La reforma, promovida por el presidente Andrés Manuel López Obrador, modifica varios artículos de la Constitución y permite que la Guardia Nacional participe en la investigación de delitos junto con el Ministerio Público y las policías.
Con esta reforma, la Guardia Nacional se define como una fuerza de seguridad pública permanente, compuesta por personal militar con formación policial. Estará bajo el mando de la Sedena para llevar a cabo la Estrategia Nacional de Seguridad Pública.
La sesión del Senado duró más de 8 horas y concluyó con la aprobación de la última gran reforma de este sexenio. Ahora, la Guardia Nacional tendrá un papel más activo en la lucha contra el crimen en el país.
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