Senado aprueba reforma para aumentar apoyos económicos a jóvenes que no estudian ni trabajan
- guizarnoehmi
- 12 mar
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El Senado de la República acaba de dar un paso histórico: por unanimidad, con 111 votos a favor, aprobó la reforma que eleva a rango constitucional el apoyo económico mensual para jóvenes que ni estudian ni trabajan. Con este movimiento, el programa Jóvenes Construyendo el Futuro dejará de ser solo una política pública para convertirse en un derecho garantizado por la Constitución.
La iniciativa había sido aprobada por las comisiones del Senado desde octubre del año pasado, pero se mantuvo congelada hasta este martes, cuando finalmente recibió luz verde con el respaldo de todas las fuerzas políticas, incluyendo Morena, PT, PVEM, PRI, PAN y Movimiento Ciudadano. Ahora, el documento será enviado a los Congresos estatales para su ratificación, paso clave para que la reforma entre en vigor.
En esencia, el programa otorga un apoyo económico a jóvenes de entre 18 y 29 años que se encuentran desempleados y fuera del sistema educativo formal. Sin embargo, no todo ha sido color de rosa. Desde su creación, ha sido blanco de críticas por irregularidades en su implementación, algo que los propios senadores reconocieron durante la discusión en tribuna.
El senador Daniel Barreda respaldó el proyecto, pero lanzó una advertencia contundente: el gobierno debe evitar repetir los errores del pasado. Según él, sin un esquema de supervisión adecuado, se dieron casos de beneficiarios que recibían el apoyo sin acudir a sus centros de capacitación e incluso de empleadores que se coludían con jóvenes para simular el aprendizaje mientras dividían los recursos. "Esto resultó en una falta de cuidado por parte del gobierno y, lo que es peor, en una generación que no recibió la capacitación necesaria para incorporarse al mercado laboral con herramientas reales", señaló.

Desde el PAN, el senador Juan Antonio Martín del Campo dejó claro que su bancada no se opondría a la reforma, pero exigió reglas de transparencia y evaluación para garantizar que el dinero llegue a quienes realmente lo necesitan. En la misma línea, el priista Ángel García subrayó que es clave evitar simulaciones y aseguró que el éxito del programa dependerá de que las empresas y talleres cumplan con su papel de formar a los jóvenes y no solo de recibir los beneficios sin ofrecer oportunidades reales.
La gran pregunta es: ¿esta reforma realmente garantizará que los jóvenes desempleados reciban mejores oportunidades laborales? El papel lo aguanta todo, pero en la práctica, la clave estará en la vigilancia y ejecución del programa. Por ahora, el destino de la iniciativa está en manos de los Congresos estatales, que tendrán la última palabra antes de que este derecho quede escrito en la Constitución.
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