
Las redes sociales no dejan de sorprendernos con historias que, aunque parezcan sacadas de una película, ocurren en la vida real. En esta ocasión, un video grabado el pasado 2 de febrero de 2025 ha causado revuelo en internet por mostrar a una mujer que subió a un Uber con una navaja en mano, advirtiéndole al conductor que iba “preparada” por si intentaba “algo raro” con ella.
El clip, de poco más de un minuto, muestra el tenso momento desde que la pasajera entra al vehículo. Luego de responder el saludo del chofer, su actitud cambia por completo: “Vámonos de aquí y te voy a decir una cosa, no trates nada conmigo porque tengo una cuchilla en mi ‘fucking’ cosa”, suelta sin titubear, dejando claro que no está dispuesta a correr riesgos. Su discurso se torna más intenso cuando menciona que un auto ha pasado varias veces con un “tipo de otro maldito país” y que, de subirse al “fucking taxi”, nadie la volvería a ver.
El conductor, visiblemente nervioso, intenta calmar la situación. Sin dudarlo, cancela el viaje, pero la mujer no está de acuerdo: “No, tú no tienes que cancelar el viaje, yo te voy a pagar por lo que tú estás haciendo, entiendes, no tienes que cancelar el viaje, lo que te estoy diciendo es que yo no soy ninguna estúpida, a mí no me tranquen, a mí no nada, porque nos vamos a morir los dos”.
La tensión se mantiene unos segundos más, hasta que finalmente el conductor insiste en que ya canceló el trayecto y que ella debe bajarse. La pasajera, molesta, sale del auto, cerrando con un portazo la escena que ahora es analizada y debatida en redes.
Este episodio rápidamente se viralizó, en especial porque llega justo después del escándalo con #LadyUber en CDMX, donde otra usuaria protagonizó un momento polémico con un conductor de la plataforma. Sin embargo, a diferencia del caso en la capital, en este nuevo video no se ha identificado el lugar exacto donde ocurrió.

El debate en internet no se hizo esperar: ¿se trató de una precaución extrema o de una reacción desmedida? Algunos aplauden la actitud de la pasajera, argumentando que las mujeres deben protegerse ante cualquier riesgo al abordar taxis por aplicación. Otros, en cambio, consideran que amenazar a un conductor inocente con un arma blanca es cruzar un límite peligroso.
Lo que es un hecho es que la inseguridad sigue siendo una preocupación latente en los servicios de transporte privado, y que casos como este solo avivan la conversación sobre hasta dónde puede llegar la paranoia y cuál es la línea entre la autodefensa y el exceso.
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