El presidente de Rusia, Vladimir Putin, y el líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, renovaron un pacto de defensa mutua similar al de la Guerra Fría, firmando un nuevo acuerdo que compromete a ambas naciones a asistirse en caso de una "agresión" contra cualquiera de los dos países.
Putin, en una rueda de prensa tras la firma del acuerdo, no aclaró si la asistencia implicaría una intervención militar inmediata y total en caso de ataque, como lo estipulaba el tratado de 1961. Sin embargo, afirmó que Rusia no excluye la posibilidad de cooperación técnico-militar con Corea del Norte según el nuevo pacto.
El acuerdo fue una de las recompensas más evidentes que Kim ha recibido de Moscú a cambio de los numerosos misiles balísticos y más de 11,000 contenedores de municiones que, según Washington, Corea del Norte ha proporcionado recientemente para apoyar la guerra de Putin en Ucrania.
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