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Quiet Ambition: La nueva forma de éxito que redefine el mundo laboral de los millennials



Este cambio de mentalidad es global. En Estados Unidos, el 60% de los millennials ha dejado atrás el famoso "sueño americano" basado en largas jornadas y altos ingresos. En su lugar, buscan trabajos que les permitan disfrutar de su tiempo libre, cuidar su salud mental y fortalecer sus relaciones personales. En contraste, la generación X muestra un 43% de disposición a bajar su sueldo por una vida más equilibrada, mientras que los baby boomers, criados en una cultura de trabajo intenso, apenas alcanzan el 33%. Sorprendentemente, la generación Z, a pesar de sus salarios generalmente más bajos, tampoco está dispuesta a sacrificar ingresos en pro de una mejor calidad de vida.


Sin embargo, este fenómeno no se trata solo de generaciones, sino también de contextos. En países con legislaciones laborales más estrictas, como Francia, apenas el 46% de los millennials están dispuestos a hacer ese sacrificio salarial. Lewis Maleh, director de una agencia de reclutamiento, explicó a Fortune que la decisión de aceptar menos dinero a cambio de más tiempo libre depende, en gran medida, de la estabilidad financiera y la economía de cada persona. Por otro lado, Saira Demmer, directora ejecutiva de SF Recruitment, señala que la crisis de la vivienda ha influido en esta tendencia. Para muchos jóvenes, la idea de que un mejor salario les abrirá las puertas a la compra de una casa es cada vez menos realista. Entonces, si comprar una propiedad ya no es un objetivo alcanzable, ¿para qué desgastarse en el intento?


Detrás de esta reestructuración de prioridades hay preocupaciones profundas. El cambio climático, la inteligencia artificial y la incertidumbre sobre el futuro están influyendo en la manera en que los jóvenes ven el trabajo. Más de tres de cada cuatro encuestados prefieren salir a su hora y disfrutar su tiempo en lugar de quedarse hasta tarde solo para impresionar a su jefe. Y es que, de acuerdo con una investigación de Visier, entre el 58% y el 67% de los jóvenes estadounidenses priorizan pasar tiempo con sus amigos, familia y hobbies sobre una promoción en el trabajo. Solo un 37% aspiraría a tener el puesto de su jefe.




Este fenómeno tiene un nombre: quiet ambition. Los millennials y la generación Z han resignificado la ambición. Ya no es sinónimo de estrés, agotamiento o exigencias interminables, sino de bienestar, salud mental y satisfacción personal. La meta ya no es vivir para trabajar, sino trabajar para vivir.


Así que, si alguien te pregunta por qué no estás obsesionado con ascender en la empresa, ya tienes la respuesta: la verdadera ambición no se mide en títulos ni en ceros en el sueldo, sino en la libertad de disfrutar la vida a tu manera. Y los millennials lo tienen más claro que nunca.


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