
Una imagen que parecía abrir la puerta a disfrutar de una película con hamburguesas, sushi y café en mano se volvió viral en la red social X. En ella, aparecía una supuesta lista de alimentos permitidos en las salas de cine, con el logo de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) como respaldo. Pero la realidad es muy distinta: esa lista es completamente falsa.
La Profeco no tardó en salir a aclarar el malentendido. A través de un comunicado oficial, la institución desconoció la autenticidad de la imagen y subrayó que jamás publicó ni difundió un listado de este tipo. “La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) informa que es falsa la información que está circulando en redes sociales y en algunos medios de información sobre una supuesta lista de alimentos que se pueden ingresar a los cines”, puntualizó el organismo.
La publicación apócrifa mencionaba alimentos como nuggets de pollo, chocolates, sándwiches y otras opciones populares, lo que desató especulaciones y debates entre los internautas. Pero, ¿entonces es posible o no llevar comida externa a las salas de cine en México?

¿Puedo entrar al cine con comida de otro lugar?
La respuesta es: depende. Profeco aclaró que si en el contrato o en las condiciones del cine se establece que no se permite el ingreso de alimentos externos, los consumidores deben respetar esa norma. Si un cliente no está de acuerdo, tiene la libertad de elegir otro cine donde no exista esa limitación. En pocas palabras, la decisión queda en manos del consumidor al momento de aceptar los términos al comprar su boleto.
Eso sí, el hecho de que no puedas llevar tus propios snacks no significa que debas soportar revisiones invasivas. Profeco recordó que es ilegal que te obliguen a abrir tu mochila o bolsa para inspeccionarla. Si el personal del cine te lo solicita, puedes negarte sin consecuencias, siempre que no se trate de una revisión voluntaria.
Por otro lado, la dependencia gubernamental aclaró que la compra de productos dentro del cine no es obligatoria. Es decir, al adquirir tu boleto solo pagas por la experiencia de la película, no por los alimentos o artículos promocionales que ofrecen en la dulcería.
Así que, si estabas emocionado por la supuesta “libertad” de entrar al cine con tu comida favorita, tendrás que esperar. La Profeco dejó claro que las reglas siguen siendo las mismas: respetar las políticas de cada cine, evitar revisiones forzadas y, sobre todo, no creer en todo lo que circula en internet.
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