“Por las buenas o por las malas”: difunden el video que revela lo que ocurrió antes de la tragedia en Chalco

Chalco, Estado de México. A veces, la tragedia no ocurre de un momento a otro: se cocina a fuego lento, entre tensiones, advertencias y reclamos que no fueron atendidos. Así parece haber sucedido en el caso de Carlota y sus hijos, Mariana y Eduardo, quienes hoy enfrentan cargos por el asesinato de dos personas y la agresión a un menor de edad, tras un conflicto por la posesión de una casa en la unidad habitacional Ex Hacienda de Guadalupe, en la colonia Candelaria Tlapala.

Justo a unas horas de que una jueza determine si serán vinculados a proceso, surgió un video clave que podría cambiar el rumbo de este caso. Dura poco más de cinco minutos, pero en ese tiempo deja ver una tensión palpable que estallaría poco después en una escena de violencia fatal.

En la grabación, presuntamente realizada el mismo día del ataque, se observa cómo Carlota y sus hijos enfrentan a los ocupantes de su casa, una vivienda de interés social que aseguran fue invadida. La discusión no es sólo por el espacio físico, sino también por los bienes dentro de la casa y una suma considerable de dinero en efectivo que, aseguran, fue robada.

Mariana toma la voz cantante. En tono firme, casi desesperado, explica que desde el 27 de marzo presentó una denuncia ante el Ministerio Público. Reclama que los presuntos invasores no solo tomaron su casa, sino también su recámara, su comedor y 70 mil pesos. “Mi recámara valía 20 mil pesos, el comedor 16 mil… y traigo la factura”, se le escucha decir, tratando de probar que lo que reclama es real, tangible, suyo.

Del otro lado está Esaú y su hijo Justin, quienes hoy ya no están con vida. En el video, ambos sostienen que rentaron legalmente la vivienda y que tienen un documento para comprobarlo. Cuando se les exige el desalojo, responden que no se irán a menos que les devuelvan su dinero. Piden 10 mil pesos para salirse. "¿Cómo me voy a salir y quién me va a pagar lo que yo pagué? No es mi culpa”, dice Justin, claramente alterado.

La escena es incómoda, tensa. Una especie de negociación sin mediador, sin solución a la vista. Nadie cede. Mariana insiste en que es su propiedad, que ya están en proceso legal. Eduardo interviene: “¿Qué más pruebas quieres si estás dentro de mi casa?”. La tensión sube, y la amenaza final queda grabada: “por las buenas o por las malas, vamos a recuperar nuestra casa”.

Poco después, esa advertencia se cumplió. Las autoridades todavía no han determinado cuánto tiempo pasó entre la grabación del video y los disparos que acabaron con la vida de Esaú, de 51 años, y Justin, de 19. Un adolescente de 14 años también resultó herido. Carlota, Mariana y Eduardo habrían regresado armados a la vivienda y accionaron dos armas de fuego.

Tras el ataque, huyeron. Pero fueron localizados en la unidad habitacional Beta 2 de Chicoloapan y detenidos. El viernes pasado fueron presentados ante una jueza de control. Ahora, la audiencia para definir si serán vinculados a proceso por homicidio calificado y homicidio en grado de tentativa se reanudará este miércoles.

El caso ha generado una ola de comentarios y reflexiones en redes sociales. Algunos hablan de legítima defensa, otros de una tragedia inevitable, y muchos más se preguntan cómo es posible que una disputa por una casa, por muebles, por papeles sin revisar, haya escalado hasta este punto.