Madres buscadoras descubren un nuevo campo de exterminio en Reynosa

El dolor de las madres que buscan a sus desaparecidos no cesa y la realidad que enfrentan sigue siendo desgarradora. En Reynosa, Tamaulipas, el Colectivo Amor por los Desaparecidos hizo un hallazgo perturbador: un nuevo campo de exterminio. Entre la colonia Colinas del Real y la Quinta San Martín, las buscadoras identificaron al menos 14 puntos con restos óseos humanos calcinados, marcados por el fuego y el olvido.

Edith González, presidenta del colectivo, detalló que en el lugar también encontraron objetos que podrían haber pertenecido a las víctimas: una hebilla de cinturón con la figura de dos pistolas, un rosario, chalecos antibalas, equipo táctico y casquillos percutidos de armas de alto calibre. Huellas de violencia extrema, pruebas silenciosas de lo que ahí ocurrió.

Pero la indignación no solo viene del hallazgo, sino de la impunidad que lo rodea. “El problema es que seguimos encontrando tanto lugares de exterminio como restos, pero volvemos a lo mismo: la fiscalía no los levanta”, lamentó González. La frustración es evidente. Las madres buscan, encuentran, denuncian, pero las autoridades no responden con la urgencia que la situación amerita.

En esta búsqueda, las integrantes del colectivo fueron acompañadas por la Guardia Nacional, la Guardia Estatal y personal de la Comisión Estatal de Búsqueda de Personas. Sin embargo, la presencia de estas instituciones no garantiza justicia. La realidad es cruda: mientras las familias recorren terrenos olvidados con la esperanza de encontrar a sus seres queridos, la impunidad sigue cavando más fosas.

El hallazgo de este nuevo campo de exterminio en Reynosa no es un caso aislado, sino una prueba más de una crisis que no deja de cobrar víctimas. Las madres seguirán buscando, porque el silencio nunca será una opción.