Las macetas, hechas de barro, cerámica y actualmente de cemento con mármol, son una manifestación del arte popular mexicano, aunque a menudo reciben menos reconocimiento del que merecen, según el historiador de arte Mario Rosales Coss. En una reciente entrevista, Rosales Coss lamenta cómo la mayoría tiende a subestimar el valor del arte utilitario, relegándolo a un segundo plano debido a su uso cotidiano. “Las macetas, presentes en diversas localidades de Veracruz, son especialmente menospreciadas”, afirma el historiador. “Se valoran por su apariencia y durabilidad, mientras que el esfuerzo de los artesanos detrás de ellas pasa desapercibido.
Estos creativos no solo preservan técnicas tradicionales, sino que también innovan constantemente.” Rosales Coss subraya que los artesanos de macetas mantienen vivas las tradiciones y el conocimiento ancestral, utilizando materiales que encuentran en su entorno natural. “No son simples extractores; son guardianes de su cultura y del medio ambiente. Sus diseños se inspiran en tradiciones, mitos y leyendas”, añade. Además, el historiador destaca la importancia de los artesanos en la economía local.
Con cerca de 12 millones de artesanos en todo el país, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, Veracruz se distingue como una región con una alta concentración de estos trabajadores, quienes contribuyen significativamente a las economías locales. Rosales Coss concluye que, al hablar de los artesanos de macetas, se debe reconocer su rol fundamental y verlos como verdaderos representantes de la riqueza cultural mexicana.
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