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La mente azul: el poder del agua para transformar nuestra salud y bienestar



En momentos de estrés, preocupaciones o sobrecarga de trabajo, imaginar el sonido de las olas, el aroma salado del mar y la sensación de arena en los pies puede generar una inmediata calma. Este fenómeno tiene nombre: “Blue Mind” o mente azul. Conceptualizado por el biólogo marino Wallace J. Nichols, este estado meditativo resalta cómo el agua y su interacción con nuestros sentidos promueven paz, satisfacción y felicidad.


Nichols, en su libro Blue Mind: La sorprendente ciencia que demuestra cómo estar cerca, dentro, sobre o bajo el agua puede hacerte más feliz, más saludable, más conectado y mejor en lo que haces (2014), reúne investigaciones que demuestran cómo el contacto con el agua reduce el estrés y mejora la salud física y mental. Desde un baño relajante hasta la vista de un océano, estos “espacios azules” estimulan la producción de dopamina, serotonina y oxitocina, hormonas asociadas con la relajación y el bienestar.


¿Por qué nos atrae el agua?

Nuestra conexión con el agua tiene raíces biológicas y evolutivas. El ser humano es 70% agua, y como lo señala Nichols, nuestra exposición al medio acuático activa un sentido de seguridad y creatividad. Además, el concepto de biofilia, popularizado por el biólogo Edward Wilson, sugiere que esta atracción responde a nuestra historia evolutiva, que se desarrolló cerca de ríos, lagos y océanos.


Nichols también explora cómo actividades como nadar, remar o surfear han servido como terapias para aliviar ansiedad y depresión. En su libro, menciona historias de veteranos de guerra que encontraron alivio en el agua para manejar el estrés postraumático.


El contraste con la "mente roja"

La psicoanalista Alejandra Gómez explica cómo Nichols contrapone la mente azul, serena y reflexiva, con la “mente roja”, que describe la sobreestimulación contemporánea causada por el multitasking, las redes sociales y los dispositivos digitales. Este agotamiento mental, añade, puede manifestarse en ansiedad, depresión e incluso enfermedades físicas.



Beneficios de los espacios azules

Investigaciones como el proyecto europeo BlueHealth han demostrado que los entornos acuáticos están vinculados a tasas más bajas de enfermedades crónicas y estrés. Entre los beneficios documentados están:


  • Reducción del estrés

  • Mejoras en la salud cognitiva

  • Mayor oportunidad para socializar y hacer ejercicio

  • Promoción de biodiversidad


Cómo cultivar la mente azul

Adoptar prácticas que nos acerquen al agua puede marcar una diferencia significativa en nuestro bienestar. Nadar, caminar cerca de un río, pasar tiempo en la playa o incluso contemplar un lago son maneras efectivas de integrar esta filosofía. Además, proteger los recursos acuáticos también contribuye a mantener su impacto positivo para futuras generaciones.


La mente azul no solo es un concepto poético, sino un recordatorio del profundo impacto que la naturaleza puede tener en nuestra salud mental y física.



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