La Luna: el satélite eterno que nació antes de lo que pensábamos
- guizarnoehmi
- 19 dic 2024
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Un nuevo estudio revela que la Luna es más antigua de lo que creíamos. Este descubrimiento reescribe el capítulo sobre su formación, sugiriendo que nuestro satélite nació apenas 55 millones de años después del inicio del sistema solar, mucho antes de los 200 millones que indicaban las estimaciones previas.
¿Cómo surgió esta idea revolucionaria? Todo comenzó con una charla entre científicos que decidieron cuestionar los métodos tradicionales. Durante años, la edad lunar se calculó estudiando las rocas cristalizadas de su corteza, datadas en 4,350 millones de años. Sin embargo, esta cifra chocaba con otros datos, como la presencia de cristales de circón más antiguos y modelos de formación planetaria que no cuadraban con un nacimiento tan tardío.
La teoría más aceptada sigue siendo que la Luna se formó tras el impacto de un protoplaneta con la joven Tierra, generando un océano de magma que eventualmente enfrió y solidificó. Pero este nuevo análisis plantea que, tiempo después, una "segunda fusión" transformó su estructura interna. Este evento fue provocado por fuerzas gravitacionales extremas mientras la Luna, recién nacida, se distanciaba de la Tierra en una órbita inestable.

Este "baile gravitacional" no solo derritió parcialmente el manto lunar, sino que también provocó erupciones volcánicas y remodeló su superficie, reiniciando el reloj radiactivo de las rocas y haciendo que parecieran más jóvenes de lo que realmente son.
Además, este hallazgo explica detalles intrigantes, como por qué la Luna tiene menos cuencas de impacto de las esperadas: las erupciones de magma durante su refusión pudieron haberlas rellenado.
La investigación, publicada en Nature, no solo arroja luz sobre los orígenes de nuestro satélite, sino que también subraya la complejidad de su historia. Para Alessandro Morbidelli, uno de los autores, es un recordatorio de que incluso en la ciencia, las respuestas simples pueden requerir modelos complejos.
Así que la próxima vez que mires la Luna, recuerda: no solo es más vieja de lo que imaginábamos, sino también más fascinante.
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