La estrategia de Claudia Sheinbaum para enfrentar los aranceles de Donald Trump

El Zócalo de la Ciudad de México se convirtió en el epicentro de una celebración con tintes de advertencia. Frente a 350 mil personas, la presidenta Claudia Sheinbaum festejó la pausa a los aranceles del 25 % impuestos por Donald Trump, pero dejó claro que la amenaza sigue latente. Aunque el diálogo evitó, por ahora, un golpe a la economía mexicana, Sheinbaum insistió en que el país debe fortalecer sus estrategias para no quedar a merced de futuras imposiciones comerciales.

El evento de este domingo 9 de marzo estaba originalmente destinado a anunciar medidas arancelarias contra Estados Unidos, pero el tono cambió tras la suspensión del gravamen. “No hay ninguna intención de perjudicar al pueblo estadounidense”, declaró Sheinbaum, subrayando que la relación bilateral debe basarse en el entendimiento y la cooperación. Sin embargo, dejó en claro que México no puede bajar la guardia.

Uno de los puntos clave de su discurso fue la lucha contra el tráfico de fentanilo, una de las principales preocupaciones del gobierno estadounidense. La presidenta aseguró que entre octubre del año pasado y enero de este año, el tráfico de esta droga se redujo en un 50 %, y que entre enero y marzo cayó otro 40 %, aunque no precisó en comparación con qué periodos. Además, destacó que los homicidios dolosos han disminuido en un 25 % a nivel nacional, lo que, según ella, demuestra avances en materia de seguridad.

Sorprendió que Sheinbaum mencionara un inusual elogio de Trump. Según la presidenta, el exmandatario estadounidense la calificó como una mujer “maravillosa” por la campaña nacional contra el fentanilo. Un reconocimiento llamativo, considerando la postura dura de Trump en temas migratorios y comerciales con México.

Pero más allá de las cifras y declaraciones, Sheinbaum presentó una estrategia de ocho ejes para evitar que los aranceles regresen o para minimizar su impacto en caso de que entren en vigor. Entre los puntos clave destacan la inversión en educación y oportunidades para los jóvenes para alejarlos del narcotráfico, el fortalecimiento de la Guardia Nacional y un impulso a la inteligencia e investigación para frenar el tráfico de drogas.

También insistió en la necesidad de mejorar la coordinación entre instituciones de seguridad y gobiernos estatales, además de reforzar el mercado interno con aumentos al salario mínimo y la promoción de productos nacionales. La autosuficiencia en alimentos y energéticos, la inversión pública en infraestructura y vivienda, y la consolidación de los programas del Bienestar fueron otras de las apuestas que Sheinbaum presentó como pilares de su administración.

Uno de los anuncios más concretos fue la próxima construcción de trenes de México a Nuevo Laredo y a Nogales, además de obras en carreteras y sistemas de agua. En el ámbito económico, el relanzamiento de la campaña “Hecho en México”, encabezado por Marcelo Ebrard, buscará fortalecer la producción nacional y reducir la dependencia de productos extranjeros.

El mensaje fue claro: México no esperará a que Trump o cualquier otro mandatario estadounidense decida su futuro comercial. Aunque la amenaza arancelaria no ha desaparecido, Sheinbaum apuesta por una estrategia de largo plazo para blindar la economía del país. Ahora, el reto será convertir esas promesas en realidades antes de que el escenario vuelva a cambiar.