Isaac Sprague: el hombre que sobrevivió mostrándose como atracción por pesar menos de 20 kilos
- guizarnoehmi
- 17 jun
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Actualizado: 18 jun

Isaac William Sprague nació en 1841 en East Bridgewater, Massachusetts. En su infancia fue un niño activo, con buen apetito y sin aparentes problemas de salud. Sin embargo, con el paso de los años su cuerpo comenzó a adelgazar sin razón aparente, a pesar de que comía más de lo habitual. Lo que sufría era una enfermedad entonces desconocida: atrofia muscular progresiva.
A los 15 años ya pesaba menos de 20 kilos. Los médicos no sabían explicar su condición, lo cual generó incertidumbre y aislamiento en su entorno. Aunque su fuerza física disminuía, seguía intentando mantener una vida común, colaborando en el taller familiar de calzado.
Su ingreso al mundo del espectáculo
En 1865, con 24 años, un empresario de espectáculos lo descubrió y le ofreció un contrato para exhibirse como “el Esqueleto Viviente”. Inicialmente se negó, pero ante la falta de oportunidades laborales y problemas económicos, aceptó. Así empezó su participación en el Museo Americano de P.T. Barnum en Manhattan, donde se presentaba como una rareza humana.
Le pagaban 80 dólares semanales, una cifra considerable para la época. Su trabajo consistía en mostrarse al público durante horas. La reacción de los visitantes era mixta: algunos lo observaban con asombro, otros con morbo, pero la mayoría simplemente guardaba silencio.
Tras un incendio en el museo, Sprague se unió a la caravana del circo ambulante de Barnum. Viajó por varios lugares como parte del espectáculo.
Vida personal y retorno al circo
En uno de sus viajes conoció a Tamar Moore, con quien se casó y tuvo tres hijos. Durante un tiempo intentó alejarse del mundo del entretenimiento y llevar una vida normal. Sin embargo, la necesidad económica lo llevó a volver a presentarse en espectáculos. No podía realizar trabajos físicos por su condición, y la exhibición seguía siendo su única fuente de ingresos.
Durante las funciones, debía beber leche constantemente para evitar desmayarse. Su cuerpo, extremadamente delgado y sin masa muscular, no podía sostenerse sin ayuda prolongada.
Intentó dejar el circo en varias ocasiones, pero nunca encontró otra fuente de empleo. La sociedad de la época no ofrecía alternativas reales a personas con su condición física.
El final de su vida
En 1882 recibió el diagnóstico que durante décadas nadie había logrado identificar: atrofia muscular progresiva. Un año después, ante la falta de recursos, vendió su cuerpo a la Universidad de Harvard por 1.000 dólares, bajo el acuerdo de entregarlo tras su muerte.
Falleció el 5 de enero de 1887 en Chicago. Oficialmente, la causa fue asfixia. En la práctica, su muerte fue consecuencia del desgaste extremo, la pobreza y la falta de atención médica efectiva.
Harvard conservó su cuerpo con fines de estudio. Isaac Sprague pasó de ser una figura de circo a un objeto de investigación médica. Su historia marcó el inicio de una larga lista de personas que fueron exhibidas por sus condiciones físicas, muchas veces sin alternativas dignas de vida.
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