El retrovisor electrocrómico es una innovación que mejora notablemente la seguridad y la comodidad al conducir de noche. Este dispositivo automáticamente oscurece para reducir el deslumbramiento causado por las luces traseras de otros vehículos. Aquí te explicamos su funcionamiento y por qué es tan práctico.
El secreto del retrovisor está en un material especial llamado gel electrocrómico, colocado entre dos capas de vidrio. Cuando un sensor detecta luces intensas, como las de un auto detrás de ti, aplica una corriente eléctrica al gel. Esto desencadena una reacción química que oscurece el espejo y disminuye el deslumbramiento.
Gracias al gel electrocrómico, el retrovisor se adapta rápidamente a los cambios de luz, mejorando la visibilidad y reduciendo la fatiga ocular durante la conducción nocturna. En vehículos con configuración más básica, el retrovisor puede ser ajustado manualmente para minimizar el deslumbramiento, utilizando una leva ubicada en su parte inferior. Algunos modelos modernos de retrovisores electrocrómicos incluyen cámaras integradas que ofrecen una visión más precisa de lo que sucede detrás del vehículo, eliminando los puntos ciegos y proporcionando una imagen clara incluso en condiciones de poca luz. Esto aumenta la seguridad al cambiar de carril o realizar maniobras de retroceso.
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