Estados Unidos sobrevuela espacio aéreo mexicano sin autorización

Lo que comenzó como una declaración tranquilizadora de la presidenta Claudia Sheinbaum, asegurando que los vuelos militares de Estados Unidos reportados recientemente no habían invadido el espacio aéreo mexicano, ha tomado un giro inesperado. Un reporte de El Financiero reveló que al menos uno de estos vuelos sí atravesó territorio mexicano sin la debida autorización.

El incidente involucra a un Boeing P-8A Poseidón de la Fuerza Aérea estadounidense, una aeronave diseñada para misiones de vigilancia y espionaje, que voló sobre el Golfo de California el pasado 3 de febrero. Este avión no solo cruzó por espacio aéreo controlado por México, sino que lo hizo sin presentar un plan de vuelo previo, un requisito obligatorio para operar en estas zonas.

El sobrevuelo se realizó a 32 mil 525 pies de altura, un nivel que puede poner en riesgo el tráfico aéreo comercial y civil, ya que las aerovías de esa región, al suroeste de México, están claramente definidas y cualquier incursión no autorizada podría causar incidentes. Para entender la magnitud de este hecho, es importante saber que el espacio aéreo mexicano está dividido en cuatro regiones principales de información de vuelo (FIR’s, por sus siglas en inglés): Mérida, Monterrey, México y Mazatlán. Cada una de estas regiones tiene zonas controladas y no controladas. Volar en las primeras implica obligatoriamente presentar un plan de vuelo para ser monitoreado por las autoridades mexicanas.

El P-8A Poseidón ingresó al espacio controlado por la región Mazatlán, administrada por los Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano (Seneam), quienes confirmaron que la aeronave no contaba con autorización alguna. Fue el Centro de Control de Mazatlán el que dio aviso al Centro Nacional de Vigilancia y Protección del Espacio Aéreo (CENAVI) sobre la presencia irregular del avión a las 13:41 horas, cuando este se encontraba a 83 kilómetros al suroeste de Cabo San Lucas.

La situación ha generado un debate tanto en redes sociales como entre expertos en aviación y seguridad nacional. Mientras algunos justifican el vuelo como un posible error o falta de comunicación, otros lo consideran una violación directa a la soberanía de México, especialmente al tratarse de una aeronave con capacidad de intervenir comunicaciones y realizar labores de espionaje.

Hasta ahora, el gobierno mexicano no ha emitido un comunicado adicional respecto al tema, pero la revelación de que un avión militar estadounidense surcó el cielo mexicano sin permiso ha dejado más preguntas que respuestas.