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El 'Virus de la bofetada' en colegios españoles: síntomas y propagación.



La preocupación crece en Europa debido al aumento de casos de eritema infeccioso causado por el parvovirus B19, conocido popularmente como 'virus de la bofetada'. El Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC) emitió una alerta a principios de junio de 2024, reportando casos en 14 países de la Unión Europea y el Espacio Económico Europeo, incluyendo a España.


Esta enfermedad se transmite principalmente a través de secreciones y afecta especialmente a la infancia, aunque puede manifestarse en personas de cualquier edad. Varias autoridades autonómicas en España han aconsejado que los niños con síntomas eviten asistir a la escuela u otras actividades colectivas hasta que se descarte la infección o esta haya pasado, dado que es posible propagar el virus con simples acciones como toser, hablar o estornudar, causando brotes en entornos escolares.


Aunque los síntomas suelen ser leves según el ECDC, el 'virus de la bofetada' puede complicar la salud de mujeres embarazadas y personas inmunodeprimidas o con trastornos hematológicos crónicos. Por lo tanto, se recomienda a estos grupos evitar el contacto con casos sospechosos o confirmados.



El eritema infeccioso, conocido también como megaloeritema, es una enfermedad provocada por el parvovirus B19, caracterizada principalmente por la aparición de sarpullidos rojos en las mejillas. Además de estos síntomas visibles, los signos de contagio pueden incluir fiebre, malestar estomacal, dolor de cabeza y goteo nasal, variando según la edad del paciente, especialmente en niños.


Después de aparecer los primeros síntomas, es posible que se desarrolle una erupción cutánea roja intensa en la cara del niño. Esta erupción puede extenderse a otras partes del cuerpo, incluso alcanzando los pies, donde el picor puede ser más intenso, y puede durar hasta tres semanas en algunos casos. Sin embargo, en lugar de indicar una fase más grave de la enfermedad, la erupción señala que la infección está disminuyendo; es decir, es una señal de que el individuo está casi recuperado.


En adultos, la erupción facial característica del virus no es común, pero pueden experimentar dolores en las articulaciones como manos, rodillas o tobillos. Aun así, esta infección generalmente no presenta complicaciones graves para la salud en personas que no pertenecen a grupos vulnerables. Por lo tanto, no existe un tratamiento específico para combatir la infección más allá del cuidado personal en el hogar.

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