El incendio Hughes está dejando una huella devastadora en las colinas y montañas del norte del condado de Los Ángeles, cerca de la ciudad de Castaic. En tan solo dos horas, las llamas consumieron más de 2.000 hectáreas, obligando a los residentes cercanos al lago Castaic a evacuar de inmediato. El Departamento de Bomberos del Condado informó que el fuego avanza a un ritmo asombroso, quemando un área del tamaño de un campo de fútbol cada dos o tres segundos.
Los fuertes vientos, que alcanzan velocidades de hasta 64 km/h en ráfagas, están alimentando la propagación hacia el suroeste, mientras una columna de humo se extiende hasta Oxnard, a unos 80 kilómetros de distancia. Imágenes del lugar muestran un cielo teñido de gris y naranja, con el fuego acercándose peligrosamente a la Interestatal 5.
Dana Dierkes, portavoz del Bosque Nacional Ángeles, destacó la gravedad de la situación: "Estamos en condiciones bastante empinadas y es increíblemente seco". La maleza espesa del área está actuando como un combustible perfecto para las llamas, que ya amenazan viviendas cercanas.
En un esfuerzo desesperado por controlar el incendio, al menos 10 aviones cisterna han sido desplegados para combatir desde el aire. Además, el Bosque Nacional Ángeles estará cerrado al público hasta el 24 de enero, en un intento por minimizar los riesgos.
Mientras los bomberos luchan contra las llamas, los residentes de Castaic y comunidades aledañas se enfrentan a la incertidumbre de no saber qué quedará una vez que el humo se disipe.
Comments