El calor extremo ya está aquí y esto es lo que debes saber para sobrevivirlo
- guizarnoehmi
- 21 feb
- 3 Min. de lectura

Si has sentido que el calor de este año es insoportable, no estás exagerando. Enero de 2025 se convirtió en el mes más caluroso desde que se tienen registros, y febrero no se queda atrás: varios países de Latinoamérica están atravesando una ola de calor sin precedentes. El cambio climático ha hecho que las temperaturas extremas sean cada vez más frecuentes y peligrosas, afectando nuestra salud, nuestras rutinas y hasta a nuestras mascotas.
Según National Geographic, los efectos del calor en el cuerpo pueden ser devastadores y, en algunos casos, letales. Y aunque nuestro cuerpo tiene la capacidad de adaptarse, hay un límite: a una temperatura de 'bulbo húmedo' de 35 °C, el sudor deja de ser efectivo y el organismo simplemente ya no puede enfriarse. Esto puede llevar a golpes de calor, deshidratación extrema e incluso fallos orgánicos en cuestión de horas.
Pero el calor no solo significa sentirte sofocado o cansado. También puede provocar problemas de salud que quizá no habías considerado. En los días calurosos, aumentan los casos de infecciones urinarias, cálculos renales e incluso ataques al corazón. Sin mencionar que las mujeres embarazadas corren un riesgo especial, ya que el calor puede aumentar la probabilidad de partos prematuros y otras complicaciones.
Y si crees que solo el calor del día es preocupante, piénsalo de nuevo. Las noches sofocantes también representan un riesgo, ya que impiden que el cuerpo se recupere y han sido vinculadas con problemas como insomnio crónico y mayor riesgo cardiovascular. De hecho, herramientas como HeatRisk, desarrollada en Estados Unidos, analizan no solo la temperatura, sino también la humedad, las noches calurosas y otros factores que pueden hacer que un día sea realmente peligroso.
Si tienes niños, también hay que tomar precauciones. Los parques infantiles pueden convertirse en verdaderas trampas de calor, ya que sus materiales absorben y retienen altas temperaturas, aumentando el riesgo de quemaduras o golpes de calor en los pequeños. Y las mascotas no se quedan atrás: el asfalto caliente puede quemar sus patas, y los golpes de calor pueden afectarlas de manera diferente que a los humanos, manifestándose en jadeo excesivo, babeo e inquietud.
En cuanto a estrategias para lidiar con el calor, hay algunas que podrían sorprenderte. Por ejemplo, aunque los ventiladores parecen una solución obvia, en climas muy calurosos y secos pueden ser contraproducentes, ya que solo mueven aire caliente sin enfriar realmente el ambiente. Además, mantener las persianas bajadas, utilizar reflectores en las ventanas y sumergir los pies en agua fría son formas efectivas de refrescarse sin depender del aire acondicionado. Otra técnica poco conocida es agregar una pizca de sal al agua para reponer electrolitos y mejorar la hidratación, aunque sin exagerar, ya que el exceso de sodio también puede ser perjudicial.

Por otro lado, si eres de los que llevan su botella de agua a todas partes, asegúrate de que no sea de plástico y que no pase mucho tiempo expuesta al sol. Las altas temperaturas pueden hacer que los químicos del plástico se filtren en el agua, lo que podría tener efectos negativos en la salud. Y si estás pensando en refrescarte en una alberca o en el mar, ten cuidado: sumergirse en agua helada después de haber estado expuesto al calor extremo puede provocar un shock térmico, afectando la respiración y aumentando el riesgo de ahogamiento, incluso en nadadores experimentados.
El calor extremo ya es parte de nuestra realidad y aprender a manejarlo es clave para evitar consecuencias graves. Adaptarnos a estas temperaturas implica conocer sus riesgos y aplicar estrategias efectivas para mantenernos seguros. Con el cambio climático en pleno auge, estos consejos podrían marcar la diferencia entre un día sofocante y una situación peligrosa.
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