Oscar Rivera Serna, proveedor de ganado porcino en la región, señala que el consumo de carne de cerdo en Córdoba ha disminuido hasta un 30% debido al aumento en los precios de la carne.
Explica que este descenso en la demanda ha creado un ciclo negativo en el mercado de carnes rojas. A medida que baja el consumo, disminuye la cantidad de ganado sacrificado, lo que a su vez eleva los precios para cubrir los costos de producción y sacrificio. Rivera Serna añade que el aumento de los precios de la carne de cerdo, combinado con el gasto de las familias en el regreso a clases, ha contribuido a esta reducción en el consumo.
Este fenómeno afecta tanto a los consumidores como a los productores e introductores de ganado porcino. La reducción en la demanda podría agravarse si no toda la carne se vende rápidamente. Rivera Serna observa que en los mercados, las amas de casa han comenzado a comprar carne por peso en lugar de por kilo, con el objetivo de asegurarse de tener carne al menos una vez a la semana.
Anteriormente, con cien pesos se podía adquirir poco más de 900 gramos de carne, pero ahora esa misma cantidad de dinero compra menos de 700 gramos. Esto está dificultando la venta de toda la producción de carne.
Rivera Serna, uno de los principales proveedores de ganado porcino en el rastro de Córdoba, explica que el retraso en la venta de la carne está reduciendo la demanda de sacrificio para evitar pérdidas debido a la carne no vendida.
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