Orizaba, con una historia que se remonta a la época prehispánica, era originalmente habitada por los totonacas, quienes la llamaban Ahuilizapan. Este fértil valle, rodeado de montañas y cruzado por un gran río, también fue hogar de toltecas, tlaxcaltecas y mexicas. La llegada de los españoles, encabezada por Hernán Cortés, marcó el inicio de la colonización, y Orizaba fue oficialmente fundada en 1569 por Francisco de Marmolejo.
Durante la colonia, Orizaba se convirtió en un importante punto comercial en el “Camino Real” entre Ciudad de México y Veracruz. La introducción del cultivo de caña de azúcar en 1540 impulsó su crecimiento económico y cultural. Aunque Xalapa es conocida como la “Atenas Veracruzana” desde 1830, Orizaba ya destacaba en el siglo XIX como un centro cultural y educativo, con instituciones como el Colegio Preparatorio y figuras destacadas en la literatura y el arte.
La inauguración del ferrocarril en 1873, promovido por Manuel y Antonio Escandón, potenció aún más su prosperidad y la convirtió en un símbolo de progreso. Fotógrafos como Juan D. Vasallo y Hugo Brehme capturaron su esplendor y vida cotidiana. Hoy, Orizaba es un Pueblo Mágico, famosa por su herencia histórica y arquitectónica, con edificaciones coloniales y el majestuoso Pico de Orizaba en su horizonte
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