Concierto de Luis R. Conriquez termina en destrozos al negarse a cantar narcocorridos en Texcoco

Lo que comenzó como una noche más en el Palenque de Texcoco, terminó en gritos, disturbios, botellas volando y un cantante abandonando el escenario. Todo por una decisión que, aunque respaldada por la ley, no fue del agrado del público: la prohibición de cantar narcocorridos. Luis R. Conriquez, una de las figuras más reconocidas del regional mexicano, fue el epicentro del caos luego de anunciar en pleno show que no interpretaría canciones que hicieran apología del delito.

El aviso no cayó bien. En cuanto el artista compartió que acataría las nuevas disposiciones legales y evitaría cantar corridos que mencionaran al crimen organizado, los asistentes lo abuchearon al unísono. Y aunque la tensión se sentía en el aire, lo que vino después superó cualquier expectativa. “Me voy para la casa mejor, si me gritan me voy”, dijo Conriquez antes de salir del escenario… y no regresar.

La reacción fue inmediata: decenas de personas comenzaron a lanzar botellas de cerveza y sillas, mientras otros bajaban directamente al escenario para causar destrozos en los instrumentos. Lo que era un evento musical, terminó convirtiéndose en una zona de conflicto.

Las autoridades y los organizadores no tardaron en reaccionar. Elementos de seguridad, tanto privada como pública, desplegaron un operativo para desalojar a los asistentes. Pero los videos que circularon rápidamente en redes sociales mostraron algo más: golpes y detenciones a algunos de los revoltosos, incluyendo a una mujer que fue agredida físicamente por personal de seguridad del recinto. La situación escaló a niveles que pocos imaginaron.

Hasta ahora, Luis R. Conriquez no ha dado declaraciones sobre el altercado en Texcoco. Sin embargo, antes del concierto ya había dejado claro en sus redes sociales que seguiría las reglas impuestas por el gobierno: nada de corridos con contenido criminal. “Hay mucha gente que no entiende, piensan que uno viene a poner las reglas… pero la verdad es esa, que no va a haber corridos en los eventos de aquí pa' delante en cualquier artista, plebes”, escribió en una historia. Y aunque intentó suavizar el mensaje con un “ánimo, los quiero mucho”, el público no lo recibió igual.

Lo cierto es que esta no es la primera vez que Conriquez enfrenta esta nueva realidad. Durante su reciente show en la Expo Feria Regional Tejupilco 2025, en pleno territorio de la Familia Michoacana, ya había omitido canciones clave de su repertorio. Ahí mismo, frente al micrófono, reconoció sentirse incómodo por no poder cantarlas: “Vinieron a verme a mí y yo también me siento mal por no cantarles lo que ustedes quieren, pero a la v… todo bien, pa' adelante, puro pa' delante”.

Su famosa canción “Le Apodan El Fresa”, interpretada junto con Los Tucanes de Tijuana, menciona directamente a los hermanos Hurtado Olascoaga, conocidos como “El Pez” y “El Fresa”, líderes de la Familia Michoacana. Esa es justamente una de las melodías bajo la lupa de las autoridades, pues detalla acciones y personajes del mundo criminal.

Y es que la medida no salió de la nada. El miércoles pasado, la Secretaría de Seguridad del Estado de México giró oficios a los Ayuntamientos de Tejupilco, Texcoco y Metepec para frenar de manera tajante cualquier promoción de contenidos que hicieran apología del delito. El Código Penal mexiquense no se anda con rodeos: hasta seis meses de prisión y multas de hasta 60 días para quien glorifique crímenes o vicios en eventos públicos.

Hasta ahora, la Feria Internacional del Caballo, donde se realizó el concierto, no ha emitido postura oficial sobre lo ocurrido. Y mientras tanto, la conversación sigue encendida en redes sociales entre quienes defienden la libertad artística y quienes creen que es momento de poner límites a los mensajes que se celebran desde los escenarios.