
Lo que antes parecía una historia de ciencia ficción está comenzando a tomar forma en la realidad. La empresa estadounidense Colossal ha logrado un hito en la bioingeniería al crear los primeros "ratones lanudos", una versión genéticamente modificada de estos roedores que incorpora genes del mamut lanudo, la emblemática criatura prehistórica que desapareció hace miles de años. Con esto, la compañía da un paso importante en su ambicioso objetivo: traer de vuelta a especies extintas como el mamut, el tilacino y el dodo.
Estos "ratones mamutizados" portan siete variantes genéticas clave que afectaron directamente su apariencia. Ahora tienen un pelaje más largo y espeso, además de un color rojizo que recuerda a los antiguos habitantes de la tundra siberiana. Pero más allá de lo curioso que pueda sonar, el experimento tiene implicaciones enormes en el campo de la desextinción y la ingeniería genética.
George Church, biólogo de la Universidad de Harvard y cofundador de Colossal, explicó que este es un primer gran avance para probar la viabilidad de transferir genes extintos a especies actuales. El objetivo no es revivir un mamut exactamente igual al original, sino crear una versión "mamuficada" de los elefantes actuales. Para ello, Colossal planea modificar alrededor de 100 genes clave en elefantes asiáticos para conferirles las características más distintivas del mamut, como su grueso pelaje y su adaptación a climas fríos.
La investigación, publicada recientemente, se basó en el análisis de 121 genomas de mamuts y elefantes. Gracias a la tecnología CRISPR, los científicos lograron desactivar genes como FGF5, lo que provocó un crecimiento del pelaje hasta tres veces más largo de lo normal. Otros genes alteraron la estructura del pelo y su pigmentación, acercando a estos ratones a una versión en miniatura de los mamuts lanudos.

El proyecto ha atraído la atención de grandes inversores, desde Paris Hilton hasta Peter Jackson, director de El Señor de los Anillos. Con un respaldo financiero que supera los 400 millones de euros, Colossal está generando un impacto importante en la biotecnología y en el debate sobre las implicaciones éticas de traer de vuelta especies desaparecidas.
Mientras algunos científicos celebran este logro como un avance innegable en la genética, otros son más escépticos. Louise Johnson, bíologa evolutiva de la Universidad de Reading, señala que, aunque es posible darle a un elefante características de un mamut, nunca será un mamut real. Además, advierte sobre la complejidad de llevar a cabo estas modificaciones en especies tan grandes y de reproducción lenta como los elefantes. Tori Herridge, de la Universidad de Sheffield, destaca otro punto crítico: menos del 10 % de los embriones editados lograron desarrollarse con éxito, lo que demuestra que el camino hacia la desextinción aún es largo y lleno de desafíos.
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