Tuxpan, Veracruz, fue escenario de una tragedia estremecedora la tarde de este miércoles. Ana "L", una mujer que intentó escapar de un intento de secuestro, fue asesinada a balazos en el patio trasero de una vivienda tras una persecución que parecía sacada de una película de acción, pero que terminó de la peor manera posible.
Ana viajaba en una motocicleta junto a su pareja y su bebé cuando hombres armados, a bordo de dos vehículos, intentaron privarla de su libertad. En un desesperado intento por huir, la mujer logró zafarse de sus atacantes, pero la respuesta de estos fue brutal: la ejecutaron con cuatro disparos. Horas después, su cuerpo fue hallado en el patio de una casa en la calle Roble, del fraccionamiento Lomas del Fovissste, donde había estado rentando desde hace seis meses.
El operativo de búsqueda se desplegó casi de inmediato. Elementos de la policía municipal, estatal, el Ejército y la Marina rastrearon la zona, pero hasta el momento no se ha informado sobre la captura de los responsables. Sobre el hombre que la acompañaba no hay información oficial, mientras que el bebé fue encontrado por vecinos en el mismo patio donde su madre perdió la vida. Ellos lo resguardaron hasta que llegaron las autoridades.
El crimen de Ana "L" ocurre en un momento crítico para la región. Apenas un día antes, en el mismo Tuxpan, el regidor octavo del ayuntamiento de Poza Rica y aspirante a la alcaldía por el PRI, Víctor Manuel Rodríguez Cobos, fue privado de su libertad. Su desaparición se suma a la del director del ramo, Sergio Macías, alias "El Rocky", quien también fue secuestrado el mes pasado pero logró ser liberado.
El panorama en Tuxpan se torna cada vez más sombrío. Desde junio del año pasado, el municipio gobernado por el morenista Fernando "El Pulpo" Remes Garza ha registrado al menos nueve funcionarios secuestrados. La creciente ola de violencia ha generado incertidumbre en la población y ha encendido las alertas sobre la seguridad en la zona.
Las autoridades han abierto una carpeta de investigación para esclarecer el asesinato de Ana, mientras que peritos criminalistas trasladaron su cuerpo al Servicio Médico Forense para realizar los estudios correspondientes. Sin embargo, la realidad es que las preguntas siguen en el aire: ¿quiénes fueron los responsables? ¿Por qué la querían secuestrar? Y, sobre todo, ¿cuánto más tardará en frenarse la violencia que acecha a Tuxpan?
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