100 días de Sheinbaum: El arranque de su gobierno

Claudia Sheinbaum, la primera mujer presidenta de México, acaba de cruzar el umbral de los primeros 100 días de su administración. Con buen ánimo y sin grandes crisis a la vista, la mandataria ha dejado en claro que su prioridad es la continuidad de la llamada Cuarta Transformación, el proyecto que inició Andrés Manuel López Obrador. Pero, ¿qué nos dicen estos primeros pasos sobre lo que podemos esperar en los 2 mil 90 días que le quedan?

El pasado domingo, Sheinbaum congregó a miles en el Zócalo capitalino para presumir logros, algunos propios y otros heredados. En un discurso que evocó frases de su antecesor —"Con el pueblo todo, sin el pueblo nada"—, dejó claro que su mandato no busca romper con el pasado, sino reforzar sus bases. Habló de proyectos como la Refinería de Dos Bocas, el Tren Maya y Mexicana de Aviación, dejando en el aire preguntas sobre su funcionalidad y rentabilidad.

En un guiño a su estilo personal, la presidenta dirigió un mensaje contundente al recién llegado Donald Trump, dejando claro que la relación con Estados Unidos será de respeto, pero sin subordinación. Este momento, cargado de simbolismo, fue uno de los puntos más aplaudidos de su intervención. Sin embargo, hubo un silencio notable: el sector empresarial. Aunque líderes de alto perfil estuvieron presentes, Sheinbaum se limitó a mencionar "orden y transparencia" en inversiones privadas, especialmente en el sector energético.

El entorno político también dejó entrever alianzas y distancias. A su lado, mujeres clave como Rosa Icela Rodríguez y Ariadna Montiel subrayaron el protagonismo femenino en su gabinete. Más alejados, figuras como Ricardo Monreal y Adán Augusto López parecieron fuera del círculo cercano, en un detalle que muchos leerán entre líneas.

En paralelo, Sheinbaum adelantó el Plan México, una ambiciosa estrategia económica que busca transformar al país para 2030. Desde el impulso a la industrialización y el turismo hasta metas como ingresar al top 10 de las economías mundiales, este plan promete grandes cambios. Las expectativas son altas: generar 1.5 millones de empleos en sectores estratégicos, aumentar la inversión extranjera directa y fortalecer a las pequeñas y medianas empresas.

Por otro lado, mientras el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, minimizaba las amenazas comerciales de Trump, en Yucatán se escribía otra historia de desarrollo. Con una inversión de más de 7 mil 900 millones de pesos, arrancaron las obras de modernización del Puerto de Altura de Progreso. Este proyecto promete convertir a la región en un imán de turistas y capital, transformando la economía local.

En apenas tres meses, Claudia Sheinbaum ha logrado posicionarse como una líder firme, aunque con retos titánicos en el horizonte. Los próximos días serán cruciales para definir si este arranque prometedor se consolida o si las promesas terminan por desdibujarse. Por ahora, México la observa.